[1] La primera construcción de la que se tiene constancia es una pequeña ermita dedicada a Nossa Senhora da Pena durante el siglo XII.Fernando II quiso recuperar el edificio como casa de verano para la familia real y, aunque los primeros proyectos incluían únicamente una pequeña restauración, finalmente la admiración del aristócrata por esta zona hizo que se decidiera a construir un palacio y ampliar las construcciones preexistentes bajo la supervisión del barón Wilhelm Ludwig von Eschwege, geólogo e ingeniero de minas que residía en aquel momento en Portugal.[2] Finalmente se convirtió en un recinto exuberante en el cual se pueden contemplar diferentes estilos que van desde el neogótico hasta al neoislámico, pasando por el neorrenacimiento y una visión pseudomanuelina que convierten el espacio en un ambiente claramente exótico.[2] El Palacio da Pena fue declarado Monumento Nacional en 1910 y la Unesco declaró el Paisaje cultural de Sintra, entre el que se encuentra el Palacio da Pena, como Patrimonio de la Humanidad en 1995.[2] Este palacio asentado sobre grandes peñascos, presenta una mezcla de estilos arquitectónicos totalmente intencionada.Se pueden encontrar elementos que pertenecen al neogótico, neomanuelino, neoislámico, neorrenacentista y en menor medida a la arquitectura colonial.El motivo de esto es que la mentalidad romántica del siglo XIX está enormemente fascinada por todo lo exótico.Estructuralmente el Palacio da Pena se divide en cuatro áreas principales: Durante la construcción, a pesar de mantener la estructura básica, se hicieron alteraciones en casi todos los lugares.Ello se debe a que la figura muestra de alguna manera la relación entre los cuatro elementos.El parque del palacio tiene un ambiente frío y nórdico influenciado por los jardines románticos de Alemania.