[2] En ella se contempla que la casa-palacio tendrá, junto con la Galería de las Burlas, "un uso característico cultural y/o museológico, ligado preferentemente a hechos o actividades relacionados con el Sitio Histórico".
[7] El palacete mantuvo su fisonomía renacentista hasta 1767, cuando Carlos III ante el mal estado de la construcción le encargó a Francesco Sabatini que procediera a su remodelación.
[10] Su interior se mantuvo igual a la espera de darle una utilidad.
En la primera década del siglo XXI el palacio fue sede del Instituto Municipal de Deportes de Madrid, que permaneció en sus dependencias hasta 2008.
Esta configuración flanqueada avala la influencia italiana de su trazado.
La logia superior estaba formada por arcos de medio punto y la inferior por arcos rebajados, en los dos casos sostenidos por columnas muy finas, en cuyos capiteles estaban labradas las armas de los Vargas.
No solo los cuerpos laterales presentaban una distribución de arcos y vanos diferente, sino que tenían cubiertas distintas, pese a ser ambas escalonadas y a cuatro aguas.
Aunque Sabatini respetó la planta primitiva, introdujo importantes cambios sobre el alzado, como se ha señalado anteriormente.