Palacio de Gelmírez

A mediados del siglo XIII, el arzobispo Juan Arias encargó nuevos cambios al maestro Boneth, hacia 1250, para mostrar no solo su poder sino, sobre todo, su señoría sobre la ciudad.

El edificio está alineado con la fachada occidental románica de la catedral, con tres plantas y acceso desde la plaza del Obradoiro.

Traspasado este acceso se puede ver el pórtico románico original, oculto ahora tras la nueva fachada del siglo XVIII.

Este elegante salón comedor es la obra civil gótica más acabada que se conserva en Galicia.

El canecillo ubicado enfrente, quizás obra del mismo artista, es el único del salón que repite la empanada con la misma ornamentación, al destapar la sopera, y a un sirviente con panes; también la mesa y mantel que la cubre son análogos.

En el centro, dos figuras sentadas tocan un organistrum; los bordes de sus ropas están ornamentados y ciñen sus cabezas coronas con gemas.

El siguiente del lado occidental se decora con tres ángeles de alas desplegadas y cabezas aureoladas que extienden unos letreros con epígrafes diferentes.

Según López Ferreiro,[10]​ en una lee: «VIR FIDELIS/ CORONABITVR IN CELIS» (el varón fiel será coronado en el cielo), en otra: «QVOT TIBI NON VIS FIERI/ ALTERI NE FACIAS» (lo que no quieras para ti, no se lo hagas a otro); finalmente, de la tercera inscripción Ferreiro dice: «está tan gastada, que apenas puede leerse».

Las ropas de los ángeles tienen los bordes ornamentados, el situado a la izquierda bosqueja una leve sonrisa, y su cabello es rizado.

En el siguiente se reitera la pareja sentada y coronada, aunque ahora sin instrumento musical en sus manos.

El de la izquierda tiene roto un brazo y con la mano derecha sostiene un largo puñal o espada corta desenvainada cuya punta apoya sobre el pecho; su compañero, también mutilado, probablemente sujetaba un puñal y descansa la otra mano sobre la rodilla.

A los lados se encuentran un sirviente sentado en una silla baja con los pies cruzados, con un objeto circular en sus manos, jalonado y con botón en su parte superior; al otro lado un músico, también sentado y con las piernas cruzadas, agarra en sus manos una nueva cítara.

En el penúltimo canecillo del muro oriental se representan tres músicos de pie, calzados y con túnicas hasta media pierna.

Vista del palacio desde la plaza del Obradoiro .
Detalle del arco del palacio
El obispo Gelmírez , en una miniatura del Tombo de Toxos Outos .
Una de las salas interiores del palacio
Uno de los canecillos del salón de ceremonias.
Canecillo con músicos sosteniendo un organistrum .