Posiblemente fue usado en el entorno religioso principalmente en círculos monásticos para estudiar y componer música.
Dado su tamaño se precisaban dos personas para manejarlo, una movía la rueda mediante una manivela, la segunda interpretaba la música activando unas teclas con tangentes que actuaban sobre las cuerdas melódicas.
Esta complicada técnica hacía que el instrumento fuera adecuado solo para melodías exageradamente lentas.
Sus elementos principales son: caja de resonancia, cuerdas, manivela, cordal, puente, rueda, teclado, clavijero, mástil y ceja.
Para llevar este recurso vocal al instrumento, como ya existía el monocordio (instrumento de una sola cuerda que acompañaba la monodia al unísono), se le añadió una segunda cuerda afinada a la quinta y un teclado que permitía modificar simultáneamente las notas de cada cuerda mediante unas tangentes distribuidas en el mástil según los intervalos musicales definidos por Pitágoras, a este instrumento se le llamó organistrum, El organistrum aparece en Europa en el siglo XII.
), que describe cómo ubicar las teclas a lo largo del mástil para lograr una escala musical completa.
El organistrum cayó en desuso hacia fines del siglo XIII, al evolucionar el órgano de tubos y desarrollarse una polifonía más compleja que postergó el antiguo órganum paralelo, manteniéndose durante algún tiempo únicamente en Inglaterra.
Actualmente se le considera el origen de la zanfona, muy utilizada por mendigos, ciegos y juglares durante el Renacimiento.
Una versión moderna del organistrum podría ser el Nomeolbídet [3], instrumento informal inventado por el grupo de música y humor Les Luthiers.