Codex Calixtinus

Aunque a veces se denomina al Liber Sancti Iacobi como Codex Calixtinus, ambos conceptos no son idénticos.

Al autor principal se le conoce con el nombre de Scriptor I.

La autoría de Aymeric Picaud, sacerdote francés del siglo XII, es hoy controvertida.

Ya en época antigua se produjeron cambios en algunos cuadernos que alteraron la estructura del códice.

En la misma restauración se recortaron las hojas que eran más grandes y sobresalían del resto.

Sin embargo, fue dado a conocer públicamente por el jesuita Fidel Fita y Aureliano Fernández Guerra.

El códice fue sustraído de una cámara blindada donde se encuentran depositadas las obras más valiosas del archivo.

El sistema de seguridad del texto era muy riguroso, lo que había permitido mantenerlo a buen resguardo durante 800 años.

[1]​[2]​ Durante los meses siguientes la Policía Nacional investigó a los canónigos, investigadores, músicos y empleados de mantenimiento y limpieza, asumiendo como móvil más probable el afán de perjudicar al deán, tras haber comprobado el enfrentamiento interno existente entre los canónigos, y descartando en principio a una banda organizada o un robo por encargo.

Se cree que los copistas incluyeron esta carta al comienzo del manuscrito para dar más importancia a su trabajo, quedando la intervención directa del papa, quien ya había muerto en 1124, completamente descartada.

Ocupa 16 folios (f. 139v - 155v) y es, en cuanto a tamaño, el segundo libro más pequeño.

Antes de los milagros incluye un pequeño prólogo -supuestamente escrito por el papa Calixto II- y un índice.

Los milagros son los siguientes: (Liber de translatione corporis sancti Jacobi ad Compostellam) Es el libro más breve con sólo 6 folios (f. 156 - 162v).

Contiene los siguientes capítulos: (L'Historia Karoli Magni et Rotholandi) Es el segundo libro en tamaño, ocupando 28 folios (f. 163 - 191).

En 1609, este libro fue arrancado del manuscrito, formando un nuevo volumen con el título "Historia Turpini".

Está redactado en prosa por un clérigo anónimo de origen francés, probablemente en la primera mitad del siglo XII.

Los capítulos del libro son los siguientes: Es un cuadernillo de 6 folios (214-219v o 185-190v en la antigua numeración) con 22 composiciones polifónicas.

Consiste en cinco hojas (f. 221-225 o 192-196 en la antigua numeración): un bifolio con una falsa Bula de Inocencio II y varios folios sueltos.

Londres, British Library, Egerton 2615, procedente de Beauvais) en utilizar el término "conductus" para una composición musical.

El himno "Congaudeant catholici", que es la única obra conocida para 3 voces en todo el siglo XII, se cree que fue compuesto originalmente para 2 voces (superior e inferior) y posteriormente se insertó una tercera voz entre las dos.

El mismo copista que copió esta voz, también añadió una segunda voz en tinta roja a dos conductus del suplemento gregoriano del Libro I: "Iacobe sancte tuum" (f. 131) y "In hac die laudes cum gaudio" (f. 131v).

Existen además, otras 7 composiciones en el Libro I a una sola voz que aparecen de nuevo en el apéndice polifónico a dos voces, aunque en varios casos la concordancia es solo parcial: "Dum esset salvator in monte" (f. 107v, 216v), "Huic Iacobo" (f. 109v, 217), "Iacobe virginei" (f. 110, 217), "O adiutor omnium seculorum" (f. 110v, 217-217v), "Misit Herodes" (f. 118v, 218) y "Alleluia.

El "Dum pater familias" es la única composición del códice en notación aquitana de puntos "in campo aperto", que es la notación que se empleó preferentemente en España tras la supresión del canto hispánico.

Además, el último de los Benedicamus del suplemento gregoriano del Libro I, "Regi perennis glorie", se le atribuye a cierto doctor de Galicia (Quodam Doctore Galleciano) no identificado.

La primera transcripción en notación musical moderna fue realizada, en 1882, por el cantor del Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, José Flores Laguna, quién transcribió los himnos Dum Paterfamilias y Ad honorem Regis summi.

Ya esta primera transcripción provocó una intensa polémica qué duró más de 20 años, en cuanto a la línea melódica y, sobre todo, en cuanto al ritmo, en la que intervinieron entre otros, Francisco Asenjo Barbieri.

Codex Calixtinus, Folio 4r, Apóstol Santiago.
Prólogo.