Sobre la libertad

Sobre la libertad es quizás una de las obras más importantes que escribió John Stuart Mill.En este libro el autor expone sus ideas fundamentales sobre los límites de la libertad del individuo y la sociedad.Según la Autobiografía de Mill, Sobre la libertad se concibió por primera vez como un ensayo corto en 1854.Por ello, Mill explica detalladamente a lo largo del libro, y con la ayuda de diversos ejemplos clarificadores, aquello que, en su opinión, corresponde al propio individuo y lo que corresponde a la sociedad.Mill va más allá afirmando que la sociedad no puede obligar a un individuo a hacer aquello que esta considera beneficioso para él, si se hace en contra de su voluntad.La prueba de Mill es la siguiente: la opinión mayoritaria puede no ser la correcta.En un tema en particular, las personas se alinearán a favor o en contra de ese problema; el lado del mayor volumen prevalecerá, pero no es necesariamente correcto.Por ejemplo, según Mill, los niños y las naciones "bárbaras" se benefician de una libertad limitada.Los déspotas, como Carlomagno y Akbar el Grande, fueron históricamente beneficiosos para las personas que aún no estaban en condiciones de gobernarse por sí mismas.[15]​ En el segundo capítulo, J. S. Mill observa las consecuencias de suprimir las opiniones y concluye que las opiniones nunca deben ser reprimidas, afirmando: Afirma que hay tres tipos de creencias que se pueden tener, todas las cuales, de acuerdo con Mill, benefician al bien común: [19] Mill pasa una gran parte del capítulo discutiendo implicaciones y objeciones a la política de no suprimir opiniones.Por lo tanto, Mill concluye que la supresión de la opinión basada en la creencia en la doctrina infalible es peligrosa.[21]​ Cerca del final del capítulo 2, Mill afirma que «la vituperación no medida, impuesta por la opinión dominante, disuade a las personas de expresar opiniones contrarias y de escuchar a quienes las expresan».Señala la objeción de que se contradice a sí misma al otorgar interferencia social a los jóvenes porque son irracionales, pero niega la interferencia social con ciertos adultos aunque actúen irracionalmente.[30]​ Mill primero responde al reiterar la afirmación de que la sociedad debe castigar las consecuencias perjudiciales de la conducta irracional, pero no la conducta irracional en sí misma, que es un asunto personal.[34]​ Declara: Al decir esto, hace referencia a una afirmación anterior de que la moral y la religión no pueden tratarse bajo la misma luz que las matemáticas porque la moral y la religión son mucho más complejas.Afirma que gravar únicamente para disuadir las compras es inadmisible porque prohibir las acciones personales es inadmisible y «el aumento de los costos es una prohibición para aquellos cuyos medios no alcanzan el precio aumentado».[43]​ Mill amplía su principio de castigar las consecuencias más que la acción personal.[48]​ A la cuestión del divorcio, Mill sostiene que los matrimonios son una de las estructuras más importantes dentro de la sociedad;[49]​ sin embargo, si una pareja acuerda mutuamente rescindir su matrimonio, se les permite hacerlo porque la sociedad no tiene motivos para intervenir en un contrato profundamente personal.[50]​ Mill cree que la educación administrada por el gobierno es un mal porque destruiría la diversidad de opiniones para todas las personas a las que se les enseñaría el plan de estudios desarrollado por unos pocos.[51]​ La versión menos maligna de la educación administrada por el estado, según Mill, es la que compite contra otras escuelas privadas.[52]​ En contraste, Mill cree que los gobiernos deberían requerir y financiar la educación privada.Afirma que deben hacer cumplir la educación obligatoria a través de multas menores.
Salon de Madame Geoffrin. Pintura de Charles Gabriel Lemonnier que representa la lectura de una tragedia de Voltaire , por entonces en el exilio, El huérfano de China (1755), en el salón literario de madame Geoffrin en la calle Saint-Honoré de París. Los personajes más notables reunidos en torno al busto de Voltaire son Rousseau , Montesquieu , Diderot , d'Alembert , Buffon , Quesnay , Du Plessis y Condillac . Además figuran Gresset, Marivaux , Marmontel , Vien , La Condamine , Raynal , Rameau , mademoiselle Clairon, Hènault, Choiseul , Bouchardon , Soufflot , Saint-Lambert, el Conde de Caylus , Felice, el barón de Aulne , Malesherbes , Maupertuis , Mairan , d'Aguesseau , Clairault , la condesa de Houdetot, Vernet , Fontenelle , el duque de Nivernais, Crébillon , Duclos, Helvètius , Vanloo , Lekain, Lespinasse , Boccage, Réaumur , Graffigny , Jussieu y Daubenton .
Akbar el Grande , al que Mill considera históricamente beneficioso para las personas que aún no estaban en condiciones de gobernarse por sí mismas.
Bloch. El Sermón de la montaña
Edward O. Wilson . Etólogo teórico de naturaleza humana
Mir-i-Adab Madrasa
Etiqueta contra el consumo de tabaco
Bebida alcohólica con fuerte carga impositiva
Señales de seguridad