Odón de Villars

Lo que comenzó siendo temporal finalmente duró siete papados, hasta 1378 cuando Gregorio XI resolvió volver la sede a Roma.

Vale la pena aclarar que en aquella época los Estados Pontificios, además de los territorios en la península itálica, incluían Aviñón y el condado Venasque.

El cisma fue finalmente resuelto por el Concilio de Constanza, que declaró que la sede oficial era la de Roma y solo los papas elegidos allí fueron legítimos.

A este respecto, participó en sus distintas campañas militares en Lombardía, contra los Visconti.

El «Conde Verde», como era conocido Amadeo de Saboya, no lo toleró y ordenó encarcelar a los culpables, los cuales quedaron bajo su propia custodia el resto de la contienda.

Salvo por un pequeño grupo, ya que el papa Gregorio XI pidió que se le enviaran a Aviñón a todos los originarios de la diócesis de Limoges.

Pero la campaña se frustró tras el intento fallido del sitio de Saint-Rémy.

Pese al traspié inicial, el 2 de diciembre recibió 1714 florines para solventar sus tropas y así poder continuar con la campaña.

La muerte prematura de Juan del Balzo tres años después, convierte a su hermana Alicia en la titular del cargo, que, al ser soltera, sigue en manos de su abuelo.

Pero el proceso es declarado nulo, a causa de diversas irregularidades que mancharon el juicio de los reformadores, lo que llevó a una apelación del vizconde.

Así Raimundo de Turena siguió ocupando la fortaleza del Balzo.

En una memoria conservada en los Archivos nacionales franceses (KK 1213a, folio 23) se menciona que Raimundo de Turena estimaba en 60.000 francos la suma debida para la indemnización y se consideraba como el único garante del derecho de su sobrina sobre al señorío, ya que Juan del Balzo murió sin hacer un testamento.

Ante esta demanda, Guillermo prefirió calmar las aguas y pidió a Raimundo tratar con su sobrina.

La tregua finalmente se rompió, aprovechando la estratégica posición de las tropas del vizconde en las tierras que sus enemigos controlaban, debido a un ataque inesperado del rector, con la bendición de Clemente VII, a la región que Raimundo había dejado desprotegida.

Entre las regiones devastadas se encuentran Pertús, Meyrargues, Pélissanne, Las Penas y Grambois.

Desgraciadamente, los documentos presentados en el Parlamento por Roger de Beaufort donde denuncia estos hechos se perdieron en un incendio.

Aquello le daba potestad para vengar una afrenta si que se rompía una tregua.

Mientras Raimundo inició la contraofensiva haciendo jurar a sus tropas que no regresarían hasta haber acabado con el invasor.

Se les encargó que confirmaran con el vizconde los términos y procedimientos previos requeridos para un posterior acuerdo con Odón de Villars.

Pero su estancia no sería sencilla, debió oponerse de manera violenta a la familia Grimaldi, lo que le valió su caída en desgracia.

El antipapa, Félix V, le confiaría la gobernación de Niza entre 1405 y 1411.

En caso de incumplimiento por parte del matrimonio, éstos deberían pagar 50.000 florines.

Con estos actos, ambos nobles solo consiguieron debilitar aún más su ya decaída imagen.

Hecho que le fue concedido, perdendo Odón todo derecho sobre las tierras de la familia del Balzo.

Raimundo de Turena retratado por Benvenuto di Giovanni (1436 - 1518).
Fortaleza del Balzo , cuya posesión avivó el conflicto personal entre Odón de Villars y Raimundo de Turena.
Rey Carlos VI de Francia , principal mediador entre Odón de Villars y Raimundo de Turena.
Luis II de Nápoles conde de Provenza, principal artífice de que Odón reuperara la titularidad de los feudos de su esposa.