Concilio de Vienne

A este acontecimiento se le conoce históricamente como el atentado de Anagni.

Bonifacio morirá un mes después, al parecer a causa del disgusto sufrido.

[3]​ La actuación del rey francés suponía una afrenta al Papa, de quien dependían directamente los templarios, pero este no reaccionó debido a las confesiones que Felipe IV le presentó como prueba.

A la asamblea no fueron convocados todos los obispos, como era la costumbre, sino aquellos que fueron concordados con el rey de Francia.

Pero las largas discusiones se llevaron todo el invierno de 1311-1312 sin dar sentencia alguna.

[5]​ La Orden del Temple había sido fundada en 1119 con la finalidad de defender Tierra Santa, acumulando a lo largo de los años numerosas riquezas, gracias a los beneficios y exenciones fiscales otorgadas por los distintos monarcas cristianos.

En la primera sesión del Concilio, el rey presentó las acusaciones contra Bonifacio, sin embargo, las negociaciones extenuantes durante la misma resultaron fallidas y se concentraron más en la problemática de los templarios.

Así el papa Clemente V para salvar la memoria de su predecesor, sacrificó a los templarios.

Sin embargo hubo cierta resistencia a este tema de tal modo que en la sesión final del concilio se leyeron solo algunos decretos.