Novela de Newgate

Volviendo a Rookwood, publicada en 1834, es un romance histórico y gótico ambientado en la Inglaterra del siglo XVIII, que describe una disputa en torno al derecho legítimo de la herencia del señorío de Rookwood Place y el apellido familiar de Rookwood, que esconde oscuros secretos del pasado.Los elementos góticos se fusionaron con el uso de figuras históricas, como el legendario Dick Turpin.En este aspecto concreto, Rookwood sigue la estela de otras obras anteriores que también recuperaban para la ficción a célebres personajes del mundo del hampa, como La ópera del mendigo (John Gay/Johann Christoph Pepusch, 1728), Jonathan Wild (Henry Fielding, 1743), el drama Los bandidos (Friedrich Schiller, 1781) y las citadas novelas Paul Clifford y Eugene Aram de Lord Lytton.[12]​ y, así, la novela que supuestamente se proponía presentar a los criminales como personajes absolutamente viles, sin ninguna posibilidad de redención, acabó haciendo que Catherine Hayes y sus pícaros compinches parecieran más atractivos.Thackeray consideró que el resultado de su obra había sido un fracaso, y tal vez por ello la novela no volvería a publicarse en vida del autor.Fue uno de los ahorcamientos que más expectación suscitó en la opinión pública de la época (se estimaron en 40.000 los asistentes al evento), y hasta Thackeray y Dickens presenciaron el ajusticiamiento; el primero lo utilizaría posteriormente como argumento de su crítica a la pena capital en su alegato On Going to See a Man Hanged ("Acudir a ver a un hombre ahorcado"): Su más virulento ataque en este ensayo, sin embargo, lo reservó al propio Dickens, y más concretamente a su Oliver Twist, obra que, según Thackeray, glorificaba a los personajes criminales que en ella estaban representados: Las «novelas de Newgate» fueron igualmente atacadas en la prensa especializada, con Jack Sheppard descrito en la revista Athenæum como "uno más de una clase de libros malos, sustentados por malos lectores", y la revista humorística Punch publicando una satírica «Receta literaria» para un romance impactante (…).