La corrupción reinante en esta prisión era tal que los carceleros solían exigir propinas a cambio de cualquier comodidad.
En esta temporada se fue familiarizando con el bajo mundo del crimen organizado de Londres, sus métodos y sus protagonistas.
Wild fue utilizando ese material para pagar los sobornos que le permitirían hacerse su propia banda.
Su negocio se vino abajo cuando el Consejo de Londres decidió investigar el escandaloso crecimiento del crimen en la ciudad, y tras oír su testimonio decidieron retirarle del cargo tras dos años de corrupción desenfrenada.
En aquella época no existía en Londres ningún cuerpo policial organizado, y la inquietud ante los robos creció alarmantemente.
Mientras tanto, la población de Londres se había duplicado, y seguían sin desarrollarse sistemas eficaces contra el crimen.
[8] El método de Wild para amasar una fortuna mientras que parecía respetar la ley era ingenioso.
En público, presentaba una cara heroica: era el hombre que recuperaba los géneros robados, quien atrapaba a los criminales.
Los rateros más modestos se dieron cuenta del gran peligro que corrían al esconder material robado.
Wild supo ganarse su confianza y explotarles al mismo tiempo, manteniendo su banda de ladrones a pleno rendimiento -recurriendo a carteristas o al robo en casas- y recuperando "milagrosamente" parte de la mercancía robada.
Charles Hitchen siempre había usado su posición como responsable de la policía para extorsionar.
Hitchen contraatacó con un panfleto titulado "El regulador" en el que caracterizaba a Wild, pero su historial de sanciones, suspensiones del cargo, y la sorprendente acusación de homosexualidad le hicieron inofensivo para Wild.
Este sistema inspiró una leyenda urbana sobre el origen de la expresión inglesa double cross, utilizada para designar la traición a un cómplice.
Lógicamente, Wild aseveró que el mejor sistema era incrementar la cuantía de las recompensas ofrecidas por los criminales.
Estos beneficios redundaron en una creciente fortuna que le permitió codearse con alta sociedad.
Wild solía dirigir a los periódicos informes de sus actividades, que la prensa publicaba para sus preocupados lectores.
Si alguna persona pudiera informar sobre su paradedo al señor Jonathan Wild, El anuncio es un chantaje.
Consecuentemente, como en otras muchas ocasiones, el interés de Wild en destruir a Sheppard tenía un cariz personal.
Ann Roundhouse en el Soho londinense, donde fue visitado por Elizabeth "Edgworth Bess" Lyon al día siguiente.
El 9 de octubre Wild y su banda capturaron a otro conocido criminal, Joseph "Blueskin" Blake, un bandolero que había trabajado con Sheppard anteriormente.
Era tan famoso que los carceleros cobraban la entrada a personajes de alta sociedad, y James Thornhill le dibujó un retrato (incluido en esta página).
Wild no pudo asistir a la ejecución por estar convaleciendo aún del corte sufrido en el cuello.
El cambio de signo hizo pensar que por fin Wild no escaparía, y sus antiguos colaboradores empezaron la ofensiva.
Del mismo modo se probó su historial de sobornos para lograr cargos públicos.
[32] Debido a que estaba fuertemente drogado, fue el último en morir después de los demás.
Daniel Defoe escribió un relato para el Applebee's Journal en mayo y luego publicó True and Genuine Account of the Life and Actions of the Late Jonathan Wild en junio de 1725.
Los paralelismos entre Wild y Robert Walpole fueron trazados inmediatamente, especialmente por los autores tory de la época.
Fue hecho par y trasladado a la Cámara de los Lores, desde donde aún dirigió durante años la mayoría whig en los Comunes.
Fielding sugiere que para Wild, convertirse en un "Gran Prig" es lo mismo que para Walpole convertirse en un "Gran Whig": el robo y el partido whig nunca fueron relacionados tan directamente.
El propio Walpole vio y disfrutó la Beggar's Opera sin darse cuenta de que se dirigía contra él; cuando se dio cuenta, prohibió la secuela de la ópera, Polly, aún no puesta en escena.