Con 17 años ya vivía de sus ingresos como carterista, trabajando con Edward Pollit (Pawlett o Pollard según otras fuentes).
Otros tres cómplices (John Levee, Matthew Flood y Richard Oakey) fueron ahorcados sobre tu testimonio en febrero de 1723.
Rápidamente unió sus recursos a los del célebre ladrón Jack Sheppard, que había escapado en varias ocasiones de la cárcel.
La narración del delito pronto llegó al mismo Wild, quien decidió castigarlo a raíz de la actitud no-cooperativa que Sheppard había mostrado en el pasado.
Entretanto, Wild decidió volverse contra Blake, su antiguo subordinado, del que sospechaba a raíz de su asociación con Sheppard.
En los descansos del juicio, Blake intentaba desesperadamente ganarse a Wild para salvarse, pero éste siempre se negó.
Wild cayó al suelo y fue rápidamente atendido por algunos cirujanos que se encontraban en el juzgado, de donde pronto fue retirado.
Este ataque conmovió a la población del penal vecino, y estallaron disturbios que duraron hasta la noche.
Quedó, eso sí, paralizado durante semanas, y el control sobre su imperio criminal había comenzado a escapársele para cuando se recuperó.
Blake suele figurar en las semblanzas de Sheppard, aunque hay muy poca exactitud histórica al respecto.