En estos casos suele emplearse el anglicismo nick (acortamiento de nickname, en inglés), aunque actualmente no está admitido por la RAE.
De igual forma, ciertos comandos empleados en una ventana terminal que pueden ser muy largos y repetitivos[1] utilizan alias a nivel de sistema operativo (pueden configurarse programas como Git, para ello).
A lo largo de la historia, tanto escritores como periodistas y otros artistas han usado seudónimos o nombres de pluma para ocultar su verdadera identidad ante un posible problema.
Algunas escritoras también han optado por un seudónimo, particularmente masculino, con el fin de sortear prejuicios en ese sentido.
Puede comparar a la persona con otra, por ejemplo, Napoleón, Clinton, Bush o Reagan.
Igualmente suelen especificarse alias para identificar algún lugar geográfico, bien sea una ciudad, un país, una isla, entre otros.
Por ejemplo: La ciudad luz: París (Francia), El país del sol naciente: Japón, Borinquen: Puerto Rico.