Neoplasias hematológicas

Las causas más frecuentes de estos trastornos son translocaciones en cromosomas, algo que no se ve con frecuencia asociado a tumores sólidos.Ello conlleva a un abordaje exclusivo en el diagnóstico y tratamiento de las neoplasias hematológicas.A pesar de que estas enfermedades son cáncer, no son manejadas por oncólogos sino por especialistas en hematología, siendo la única especialidad médica que trata enfermedades malignas y no malignas.[1]​ Tradicionalmente se han dividido dos grandes grupos de neoplasias hematológicas: las leucemias, que afectan a la médula ósea y se extienden a la sangre periférica; y los linfomas, que se originan en los diferentes tejidos linfoides (ganglios linfáticos, bazo y tejido linfoide asociado a mucosas).Actualmente la OMS clasifica las neoplasias hematológicas según su origen sea mieloide o linfoide.