Micosis fungoide

[4]​ La micosis fungoide fue descrita por primera vez en 1806 por el dermatólogo francés Jean-Louis-Marc Alibert.El nombre de la patología es un tanto engañosa, pues el término vagamente significa «enfermedad fúngica parecida a hongos» y se emplea para describir la apariencia de las lesiones y no su causa.[7]​ En 1979, un seminario internacional patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer estadounidense acuñó el término linfoma cutáneo de células T (LCCT) y se emplea en el presente para describir un grupo heterogéneo de linfomas primarios compuestas por células T malignas con manifestaciones en la piel, como la micosis fungoide.[4]​ Hasta ahora no existen evidencias convincentes que demuestren una asociación entre la exposición a sustancias químicas y los linfomas cutáneos de células T, incluyendo la micosis fungoide.La enfermedad se caracteriza por una inusual expresión de células T CD4, parte del sistema inmunitario.[8]​ Los síntomas típicos visibles incluyen lesiones tipo máculas o pápulas que no suelen ulcerar y pueden ser descamativas.La enfermedad cutánea puede persisitir por varios años, especialmente en pacientes que se automedican.Por lo general se ven afectados los ganglios linfáticos del sujeto, lo cual se revela como un aumento de volumen a nivel del cuello por debajo de la mandíbula o en la axila.Los tratamientos más comunes incluyen la simple luz solar, la luz ultravioleta, esteroides tópicos y sistémicos, quimioterapia, radioterapia superficial localizado, el vorinostat que es un inhibidor de la histona deacetilasa, la radioterapia corporal total con haz de electrones sobre la piel, el bexaroteno que es un retinoides cuya fórmula deriva de la vitamina A, rexinoides y terapias biológicas como los interferones,[2]​ Los tratamientos a menudo se utilizan en combinación.
El Virus 1 Linfotrópico T Humano (VLTH-1) está asociado a neoplasias de las líneas de linfocitos T, y por lo tanto, probablemente también a la etiología de la micosis fungoide. [ 9 ]
Clínicamente, la micosis fungoide suele presentarse a nivel cutáneo como placas o máculas descamativas bien o mal delimitadas que pueden asociarse o no a prurito , su color puede variar entre distintos tonos de rojo. [ 5 ]
La ausencia en la expresión del cúmulo de diferenciación (CD) CD26 sobre linfocitos T es un marcador diagnóstico de un linfoma de células T en sangre periférica. [ 12 ]
Micosis fungoide en la cara de un varón de 58 años.