Nacionalismo argentino

El sentido de unidad nacional se incrementó durante el bloqueo francés y la guerra del Paraná.

Se temía que la gran ola migratoria europea a Argentina diluyera la identidad nacional, por lo que Vicente Quesada y otros historiadores promovieron el nacionalismo al establecer la idea del virreinato como la «Gran República Argentina» (aunque el actualidad hay gente que también utiliza el término «Imperio Argentino»), irrumpida en varios países por la intromisión de potencias externas.

Esta percepción se vio reforzada por los conflictos diplomáticos con Brasil de la época.

En oposición al cambio radical de Alvear, en 1935, jóvenes yrigoyenistas de origen nacionalista fundaron FORJA (Fuerza Orientadora Radical de la Juventud Argentina), que tuvo como líderes a los socialistas Arturo Jauretche, Raúl Scalabrini Ortiz y Gabriel del Mazo.

Entre otras cosas, FORJA denunció el silencio del gobierno sobre muchos problemas como la creación del Banco Central, "sacrificios económicos impuestos en beneficio del capitalismo extranjero", "política petrolera", "intervenciones militares arbitrarias", "restricciones a la libertad de opinión", "incorporación a la Sociedad de Naciones", "supresión de relaciones con Rusia", "investigaciones parlamentarias", "el crimen del Senado", etc. y especialmente durante la Segunda Guerra Mundial.

Esos nacionalistas pensaban que Argentina tenía una dependencia económica de Gran Bretaña, y que el país no debería ayudar a Gran Bretaña en el conflicto sino mantenerse neutral.

[5]​ historiadores nacionalistas-peronistas dibujan entonces su propia línea de continuidad histórica, «San Martín-Rosas-Perón».

Tras la obtención de la Copa Mundial de Fútbol de 2022 , ocurrió un sentimiento exaltado del nacionalismo argentino sobre la sociedad.