Disputa de las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur
Actualmente, el Reino Unido ejerce el control de facto, y así lo ha hecho desde que las islas fueron unilateralmente anexadas por ese país en 1908,[1][2][3] aunque durante varios períodos Argentina se instaló en los archipiélagos en disputa.Sin embargo, en ninguna de las cartas patentes, nombramientos y leyes fueron especificados los territorios que constituían las Dependencias de las islas Malvinas hasta que en 1887 The Colonial Office Year Book comenzó a especificar a las Georgias del Sur entre las Dependencias.Se dejó claro en ese momento que la asociación con las islas Malvinas fue concebida como una conveniencia administrativa.Aunque al gobierno argentino se dieron detalles de la Carta Patente de 1908, ni Argentina ni Chile se opusieron activamente a la reclamación.La isla principal fue bautizada y registrada cartográficamente con ese nombre, porque el día 29 de junio en que fue explorada, correspondía a la festividad religiosa de San Pedro.[7] Argentina, que es la heredera directa de los títulos españoles en la región, también tendría así la primacía del descubrimiento.En 1905, el gobierno argentino autorizó la concesión de una estación meteorológica en Grytviken.Más tropas argentinas, comandadas por el capitán de corbeta Luis Lagos fueron desembarcadas y los británicos crearon una estación para controlar las actividades allí.[17][18] La guarnición argentina en Puerto Leith se entregó al día siguiente.El Reino Unido ha administrado las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur por separado de las Malvinas desde que las islas se hicieron un territorio dependiente en 1985, llamado Territorio británico de ultramar de las islas Georgias y Sandwich del Sur.[22] Ambos países definieron así mares territoriales que difieren levemente en sus límites.[23] La zona económica exclusiva argentina y la zona marítima británica así proclamadas difieren en su extensión, no solo por partir de líneas de base ligeramente diferentes, sino porque el Reino Unido considera que las rocas Clerke y Aurora no generan derechos a zona económica exclusiva al no poder albergar vida humana.La ley argentina si generó zona económica exclusiva en torno a esas rocas por lo que el Reino Unido considera alta mar a las áreas reclamadas solo por Argentina.[26] La presentación británica reclama un área notablemente más extensa que la argentina, principalmente en un sector al noreste de las Georgias del Sur.