La Operación Paraquet fue el primer combate por Grytviken, principal asentamiento de las Islas Georgias del Sur.
Ocupar las Georgias del Sur proporcionaría un pequeño punto de apoyo terrestre a la flota británica, pero sobre todo tendría un efecto propagandístico de gran importancia sobre la población argentina, la británica y la opinión pública internacional.
La operación en un principio involucraba a una fuerza de doscientos cincuenta soldados compuesta por: el escuadrón «D» del Servicio Aéreo Especial basado en la isla Ascensión, ciento cincuenta infantes de marina en el buque petrolero RFA Tidespring (A75), a dos Special Boat Service en la fragata HMS Plymouth (F126) y a seis SBS en el submarino HMS Conqueror (S-48).
Su presencia, en principio, denegaba el área a la flota argentina y garantizaba la seguridad del HMS Endurance: el HMS Conqueror era un submarino diseñado para combatir contra la armada soviética, con una tripulación entrenada para pelear con los cruceros y submarinos rusos, por lo que no era probable que ningún elemento de la flota argentina le ofreciera una resistencia significativa.
[1] Rescatar a los comandos atrapados costó dos helicópteros británicos, hasta que finalmente dieciséis hombres agotados y helados lograron aterrizar en el HMS Antrim a bordo de un último helicóptero cargado muy por encima de sus especificaciones.
Se le ordenaba evitar a la tercera flota del mundo con un navío que vio un dique seco por última vez en 1960.
Estaba tan deteriorado que no podía variar su profundidad; sólo tenía dos posibles posiciones, en superficie o sumergido a cota fija.
Uno de ellos le lanzó dos misiles AS-12 que impactaron en la torreta, pero como durante la modificación de 1960 se había reconstruido en materiales plásticos, no ofreció suficiente resistencia como para que se activara su espoleta y los misiles pasaron a través.
Sus hombres se unieron a las fuerzas de Lagos que durante el ataque al "Santa Fe", había abierto fuego contra los helicópteros enemigos utilizando, incluso, misiles antitanque.
Alfredo Astiz, responsable de los quince buzos tácticos en Leith, no aceptó al principio la rendición, pero ante lo que se le venía encima, habiendo recibido sobre su posición intenso fuego naval, aceptaría el alto el fuego propuesto por los británicos y por la tarde firmaría también la rendición a bordo del HMS Plymouth.