Un morabito (en árabe: مُرابِط [murābiṭ], también llamado مربوط [marbūṭ]; compárese con la etimología de almorávide, literalmente 'el que está guarnecido') es un líder y maestro religioso musulmán[1] en África Occidental, e (históricamente) en el Magreb.
Los morabitos son a menudo estudiosos del sagrado Corán o maestros religiosos.
En general, el morabito es una persona considerada especialmente pía a la que popularmente se atribuye cierta santidad.
Un morabito (en árabe: مُرابِط) (transliterado: murabit) es un líder y maestro religioso musulmán en África Occidental e (históricamente) en el Magreb.
En general, el morabito es una persona considerada especialmente virtuosa a la que popularmente se le atribuye una cierta santidad.
En estas regiones, los creyentes sufíes siguen a un morabito, conocido en otros lugares como un «guía» murshid.
[4] Los morabitos son considerados sabios, habiendo estudiado durante su jubilación los diversos aspectos del islam.
Tradiciones más antiguas del norte de África, como la Tijaniyyah o la Qadiriyyah, basan sus estructuras en el respeto hacia los maestros y líderes religiosos que, al sur del Sahara, a menudo se denominan morabitos.
Ahmadou Bamba (1853-1927), también conocido como «el siervo del mensajero», fue un líder religioso morabito en Senegal y fundador de la gran Hermandad Mouride (Muridiyya.
Por esta contribución, Serigne Fallou, el segundo califa y líder después de Amadou Bamba, lo llamó "la luz del muridismo".
También llevan garrotes y actúan como guardias de seguridad en las peregrinaciones anuales a Touba.
En los tiempos modernos, el trabajo duro a menudo es reemplazado por miembros que deambulan por las calles pidiendo donaciones financieras para su morabito.
En el África subsahariana, el uso del término se ha extendido a los sacerdotes, lluvieros, curanderos y brujos de ritos animistas tradicionales, como los hechiceros del vudú o la religión yoruba, que cobran por usar sus presuntos poderes para curar a sus pacientes de dolencias o para ayudar en cualquier otra acción social con ayuda de talismanes mágicos y ofrecen supuestas soluciones para la infelicidad.
Se cree que un eshu de quimbanda llevó esta profesión mágica y esotérica hasta Brasil.
Estos santos no tiene poder político en general, pero los sufíes los visitan en peregrinaje (ziyarat) para consultarlos o discutir asuntos espirituales.
A pesar de que se trata de un fenómeno muy extendido, una interpretación rigorista del Islam sería en principio contraria al morabitismo, ya que el Islam prohíbe toda mediación entre el creyente y Dios, y prohíbe asimismo el culto a cualquier persona u objeto distinto de Dios.