Segundo monasterio de la Visitación de Santa María

[1]​ Finalmente, fundamentándose en la utilidad que reportaría a la ciudad, el síndico general aprobó la constitución de salesas.[1]​ En 1792, la marquesa de Villena quiso comprar dichas casas a la viuda del duque, inmuebles que habían sido reparados ese mismo año.[1]​ Manuel Bradi fue el tasador de las construcciones, valoradas en 1.015.804 reales y 15 maravedíes, que fueron vendidas finalmente por 820.760 reales y 15 maravedíes, quedando la cifra restante en posesión de la marquesa para pagar las cargas que existían sobre dichos inmuebles.[1]​ Dicho proyecto fue encomendado al mismo Manuel Bradi, autor de la tasación del inmueble.[1]​ El convento se suprimió en 1836 y la comunidad fue reubicada en la primera casa de la orden salesiana en Madrid.[1]​ Durante la Guerra Civil el inmueble fue convertido en checa, época en la que sufrió importantes desperfectos.[1]​ Presenta sencillas características constructivas, con un zócalo pétreo que salva el desnivel de cota del terreno sobre el que se disponen tres alturas, marcadas con vanos enrejados distribuidos con regularidad; en la fachada a San Bernardo son de configuración rectangular en el piso bajo y principal, mientras que los superiores adquieren forma cuadrada; los de la fachada a Daoiz son todos cuadrangulares.[1]​ Sobre él se dispone un gran frontón triangular que corona la fachada, con tímpano liso y rematado con una cruz pétrea.[1]​ Las calles laterales están vertebradas por óculos en el primer nivel de la fachada y ventanas cegadas.[1]​ La calle central de la fachada alberga el acceso al templo, de configuración adintelada rematada por frontón semicircular, sobre el que se dispone un relieve realizado en piedra por Julián San Martín, que representa a san Francisco de Sales dando las Constituciones a santa Juana Francisco Fremiot, relieve coetáneo a la construcción del inmueble.[1]​ La planta del templo se desarrolla en una sola nave de cinco tramos, ligeramente de más anchura el correspondiente la capilla mayor, cerrada con testero plano; pequeñas capillas hornacinas se sitúan entre contrafuertes en el segundo y tercer tramo.[1]​ Está presidido por un retablo mayor del tipo retablo-marco, ejecutado en mármol y madera, que alberga un gran lienzo.
Fuente de San Bernardo, con el convento de las Salesas Nuevas a la izquierda y la iglesia de Nuestra Señora de Montserrat a la derecha (mediados del siglo XIX )
Extremo sur del inmueble.
Fachada de la iglesia.