Momificación en el Antiguo Egipto

Se inscribía en un complejo ritual funerario egipcio establecido para asegurar la conservación de su cuerpo material y poder así unirse con su "alma" en el Más Allá (la tierra de los muertos) y proseguir allí con su vida eternamente.

La momificación tenía como principal objetivo el purificar y volver divino al cuerpo que se convertiría en Osiris o una imitación suya.

[4]​ La citada momia 32751 fue apodada previamente "Ginger" por el color jengibre de su pelo, pero esta práctica se interrumpió en 2004, para dar más dignidad a los restos humanos.

A pesar de este gran interés, la momificación solo es accesible para las clases altas.

En un taller, los embalsamadores lavaban y preparaban el cuerpo del difunto para llevar a cabo diversas operaciones de momificación, que duraban 70 días.

A veces, se colocaba además una red elaborada principalmente con cuentas de loza.

A continuación, el cuerpo se colocaba en uno o varios sarcófagos pintados y grabados.

En el interior del vaso canopo de Amset se colocaba el estómago y el intestino grueso.

Al morir un egipcio, su familia llevaba el cuerpo a los embalsamadores y negociaba largamente sus tarifas de servicio.

En la segunda etapa, un escriba marcaba en un costado el lugar donde el cortador (parascyte) debía abrir la cavidad ventral:

Esta cuarta etapa tiene por objetivo preservar la carne y evitar la desintegración del cuerpo.

Cuando una mascota de una persona moría, ya fuesen gatos, perros, monos o cualquier otro animal, podían ser momificados, incluso, a imitación de los humanos, y también se le podía confeccionar sarcófago o estela funeraria especial.

Se conoce el caso del perro Abutiu, que por orden del faraón tuvo un entierro ceremonial como si fuese un dignatario humano En otros casos, en animales específicos, los egipcios también veían la encarnación de una deidad, por lo que en los templos se les proporcionaba alimentación especial, cubriéndolos a veces de joyas y cuando morían, se les daba un funeral especialmente elaborado, como en el caso de los babuinos.

Cabe destacar aquí al toro Apis, que fue momificado y enterrado en una tumba, en el Serapeum de Saqqara.

En el período Grecorromano de Egipto, no solo determinados animales individuales fueron considerados divinidades, sino que se consideraba sagrada toda su especie, por lo que se procedió a la momificación masiva de gatos, cocodrilos, perros, ibis, halcones, carneros y toros.

Égypte,_Le_Caire,_Musée_des_Antiquités_Égyptiennes,_Momie_de_Ramsès_IV_(49593651862)
Momia de Ramsés IV , en el Museo de Antigüedades Egipcias de El Cairo (Egipto).
Las diosas Isis y Neftis se colocan a ambos lados de la escena, donde Anubis se inclina sobre los muertos.
Conjunto de vendas de lino , conservadas en la Biblioteca Museo Víctor Balaguer
Momias de gatos en el Museo del Louvre