La palabra fue empleada en las lenguas semíticas: en acadio nit (i) ru, en arameo nithra, en hebreo neter נתר (para el carbonato de potasio).
Daniel Rutherford descubre la química de nitrógeno en el siglo XVIII, aunque el nombre fue dado por el químico francés Chaptal, ya que generaba nitre; por tanto, el término refería en realidad a dos elementos: el nitrógeno y el sodio, que derivan de la misma palabra.
El término latino natrium dio nombre al sodio, del que deriva su símbolo químico Na.
Eflorece rápidamente cuando se expone al aire seco, transformándose en el monohidrato termonatrita (Na2CO3·H2O).
Suele aparecer asociado en la naturaleza a otros minerales como: termonatrita, trona, mirabilita, gaylussita, yeso o calcita.