Seguían un estilo similar, que D. Bruce Anderson describe como el "uso liberal de capítulos cortos, subtitulares telegráficos, y una animada prosa sentimental".
El novelista Joseph Conrad (que había sido marino anteriormente) escribió: «No me consuelan los falsos, compuestos aspectos teatrales tipo Drury Lane del evento, que no corresponden al drama, ni al melodrama, ni a la tragedia, si no a una locura arrogante.»[12] Otros, sin embargo, contemplan la historia del Titanic de forma teatral, con su rígida segregación entre clases y la arquitectura histórica de sus interiores.
Se habían realizado afirmaciones similares sobre los barcos RMS Lusitania y RMS Mauretania de la Cunard Line,[20] así como de varios barcos alemanes como el SS Kaiser Wilhelm der Grosse y el SS Kaiser Wilhelm II.
[25] El iceberg tampoco muestra signos de haber colisionado con un objeto masivo, ya que sus bordes son redondeados.
concluyeron que, aunque contaran con los prismáticos, no hubiesen podido avistar nada debido a la gran oscuridad y frío de la noche.
Los expertos[38] afirman que el Titanic era un barco relativamente lento y no estaba proyectado para batir dicho récord.
Durante la travesía, la tripulación mantuvo la velocidad de crucero del navío, unos 22 nudos, lo que era una práctica común en la época.
"[42] El capitán Smith, de hecho, tomó ciertas medidas para evitar la tragedia, aunque a la postre se demostraron insuficientes.
[56] Otra popular teoría trata acerca de las compuertas que separaban los compartimentos estancos del Titanic y su uso durante el hundimiento.
[59] Bedford y Hackett también analizaron el hipotético caso en que no hubiera habido siquiera compartimentos estancos.
[63] Poco después, el operador de radio del Californian apagó su aparato y terminó su guardia para irse a dormir.
La tripulación de guardia observó tres cohetes más en torno a las 1:50 a. m. y Stone apreció que las luces del barco parecían tener un aspecto extraño, como si este estuviera inclinado.
[74] Al parecer, la banda no dejó de tocar incluso cuando ya era seguro que el buque se hundiría.
[16] Por otro lado, existen tres versiones de dicha canción y nadie más pudo confirmar cuál de ellas se interpretó, o si realmente fue esa la última: Horbury, escrita en 1861 por el reverendo John Dykes, era popular en Gran Bretaña, y otra, Bethany, escrita en 1856 por Lowell Mason era popular en Estados Unidos.
[80] El coronel Archibald Gracie, historiador amateur que se mantuvo a bordo del Titanic hasta los momentos finales, y fue rescatado posteriormente en uno de los botes plegables, escribió sus memorias acerca del hundimiento inmediatamente tras la tragedia, aunque murió pocos meses más tarde.
[83] En la banda de babor Lightoller interpretó restrictivamente las órdenes y no dejó embarcar a ningún hombre.
En la banda de estribor, Murdoch dejó embarcar a los hombres solo cuando no quedaban niños y mujeres.
El camarero inglés John Hart (1880-1954) descubrió abierta la puerta que daba acceso al pasillo con la escalera de segunda clase.
[91][89][90] La pintura ilustra la entrada a Plymouth Sound, que el Titanic habría visitado en su viaje de vuelta según estaba previsto.
[97] William Thomas Stead (1849-1912) fue visto con vida por última vez sentado impasible en la sala de fumadores, leyendo un libro mientras el Titanic naufragaba.
De confirmarse, esto sería consistente con un daño adicional en la quilla que hubiera comprometido el casco por debajo.
Tan sólo un año después, en 1913, el SS Imperator debutaría en la ruta del Atlántico con una lujosa piscina de estilo pompeyano.
[112] Por otro lado, el RMS Adriatic, perteneciente a la misma compañía naviera que la clase Olympic, debutó aportando, por vez primera, piscina y baños turcos en mayo de 1907.
Los botes del Titanic eran insuficientes para albergar a todos los pasajeros y tripulación en caso de emergencia.
No transportaba oro, minerales exóticos o diamantes; uno de los artículos más famosos perdidos en el naufragio, una copia del Rubaiyat of Omar Khayyam con joyas incrustadas, estaba valorada en solo £405 (£36.162 al cambio actual).
La historia, escrita por Mayn Clew Garnett (el pseudónimo del autor de relatos marinos T. Jenkins Hains), causó una cierta sensación.
Esta novela presenta un enorme transatlántico británico llamado Titan, que siendo considerado insumergible, lleva un número insuficiente de botes salvavidas.
Se trataba de una obra romántica ambientada en un ficticio barco transatlántico, Roland, que coincidentalmente tiene un destino muy similar al del Titanic.
Sin buques de guerra que lo escoltaran y con tan solo 12 botes salvavidas, era un blanco fácil para los submarinos rusos.
Un ejemplo data de 1907, cuando el SS Suevic encalló en un arrecife, sufriendo unos daños severamente importantes en su proa, la cual quedó totalmente inservible.