Desarrolló su carrera alrededor de la intersección entre la botánica y la geografía, especializándose en las plantas que crecen en su país natal Ecuador.
Fue importante en misiones científicas que se enfocaron en estudiar la cinchona y la conservación en las islas Galápagos.
[2] Su preocupación por el medio ambiente le llevó a liderar trabajos de reforestación.
En otra ocasión estuvo en las vegas del río Ambato desde Catiglata hasta Aguaján, recogiendo plantas espontáneas y cultivadas.
Estuvo en San Vicente, Ancón, Salinas y la Libertad con fines puramente didácticos.
Luego estuvo por Chillogallo y sus alrededores y volvió a Guayaquil para seguir en 1937 a las islas Galápagos como miembro de la Misión Científica que recorrió buena parte de ese archipiélago, incluyendo las islas de San Cristóbal, Isabela, Santa Cruz, James o Santiago y por último Floreana.
Dos años más tarde publicaría "Galápagos y su naturaleza" en 360 páginas en el décimo tomo de la biblioteca "Ecuador".
Su alumno Jorge H. Viera publicó una interesante Relación de este viaje en "El Comercio".
Finalmente herborizó en la laguna de Cuicocha, en Puéllaro -desde Shaigua al puente del río Guayllabamba– en las vacaciones estuvo en Ambato realizando observaciones meteorológicas y ascendió al cerro Pilis-Urco para comparaciones florísticas con los páramos del Pichincha a igual altura.
Fue un año de incansables viajes y experiencias científicas que formaron al gran investigador.
En noviembre se concretó a seleccionar las distintas muestras de granos y semillas recogidas.
En diciembre organizó el Instituto Ecuatoriano de Ciencias Naturales cuyo órgano oficial, la revista "Flora" pronto circuló por los principales centros científicos del mundo.
En marzo estuvo en las faldas noroccidentales del Mojanda y en el sotobosque superior hasta Otavalo.
En julio trabajó en el bosque de Sebritana al noroeste del Cotopaxi.
El Decano, Samuel T. Dana, certificó que Acosta Solís era un excelente Tecnologista y un gran trabajador en Microtecnia.
En noviembre fundó el Departamento Forestal del Ecuador que funciona adscrito al Ministerio de Agricultura y fue su primer Director.
Walter Pitarque y el Agrónomo César Herrera, enviados por la Junta de Planificación para estudiar la situación del austro ecuatoriano y que sirvió de base a la creación del Centro de Reconversión Económica CREA que tantos frutos ha dado a esa región.
[17] En 1960 viajó a Salinas llamado por el empresario Luis Noboa Naranjo para implementar un programa gigantesco de reforestación a nivel nacional pero el infarto que sufrió Noboa, se interpuso en la realización del proyecto que finalmente no se realizó con grave perjuicio para Misael.
le designó botánico forestal para la evaluación de la selva noroccidental del Ecuador y fruto de tal experiencia fue su Informe editado en 1966 en inglés "The Forests of the northwest of Ecuador" en 120 p. En el año de 1967 fue contratado por la "American Research of New York" para evaluar las cinchonas en Ecuador y Bolivia.
En 1991 le fue otorgada una pensión vitalicia igual a diez salarios mínimos vitales, pues había sido desahuciado de la casita que ocupaba en la calle Manabí y pasaba penurias económicas.
Entonces cambió a la finca equinoccial de su propiedad, la biblioteca especializada con libros y revistas que recibía de todo el mundo, ordenándola con método pues siempre había sido un excelente trabajador, acostumbrado a la vida frugal.
Parco en el comer, en muchas ocasiones solo se alimentaba con un poco de maíz molido, capulíes o chochos.
[24] Más allá de sus investigaciones que se enfocan en la biología, botánica y la conservación.
Por último publicaría importantes trabajos relacionados con la historia de la ciencia en Ecuador y América Latina.
50.000 mensuales que recibía del Banco Central del Ecuador para terminar su "Enciclopedia de Botánica Económica" que debía entregar en cinco volúmenes, pasaba apuros y se quejaba de una sordera crónica.
También trabajaba un libro sobre Fitogeografía Ecuatoriana y un Manual Gráfico sobre conservación de las tierras andinas.
Se sabe también que Solís conservaba cuadernos con prolijas anotaciones, detalles de prensa, etc.
En 1992 publicó su currículo vitae con biobibliografía actualizada, en 102 p. Acostumbraba levantarse a las cuatro de la mañana para ganar horas al día pues era disciplinado.
Formó dos colecciones: el Herbario Nacional con 25.000 especímenes y la Deudología con 8.000 tabillas de diversas maderas, ambas en doble serie.