Mēlos) es una pequeña isla volcánica griega del mar Egeo, perteneciente al archipiélago de las Cícladas.Como Santorini, es un antiguo volcán cuyo cráter, invadido por el mar, forma una profunda ensenada.Plinio el Viejo la describe como insularum rotundissima, cosa que no es correcta.La montaña más alta se llama San Elías con 751 metros.Además se han elaborado en el pasado pigmentos en la isla debido a su riqueza mineral.La ciudad fue abandonada hacia 1100 a. C. y se volvió a fundar otra (llamada Milo) en la moderna ciudad de Klima, que fue un poblado dórico establecido por los lacedemonios[3] que la conservaron hasta la guerra del Peloponeso y se mezclaron con los antiguos pobladores.En el célebre diálogo de los melios (V, 85, ss), Tucídides expresa que, para Atenas, el poder pasaba ante la justicia y que los melios imploraron en vano ayuda a los dioses.Ni siquiera Esparta iba a mover un solo dedo en favor de la desgraciada isla.Con razón, la crítica histórica considera la expedición contra Milo como una encarnación brutal de la voluntad del poder ateniense.Alcibíades fue el autor de los decretos que imponían estos bárbaros castigos a los isleños, y él mismo se compró una mujer de la isla con la que tuvo un hijo.Farnabazo respetó la autonomía de las ciudades, cosa que no siempre harán sus sucesores.Pasó a los romanos en el siglo II a. C. y vivió una época de paz.En el siglo I d. C. se introdujo allí el cristianismo (había una población judía importante) y se construyeron catacumbas que aún existen al lado de la moderna villa de Tripiti.El judío José Nasi gobernó las islas de 1566 a 1579, y después pasó a dominio directo otomano con un acuerdo de gobierno autónomo local: la isla pagaba tasas, pero nunca fue ocupada por una guarnición.En 1771, la isla fue ocupada por el Imperio ruso pero volvió a poder otomano tres años más tarde, en 1774.