Es un miembro importante de la comunidad arrecifal y está sujeto a las mismas amenazas que los demás corales.
La mayoría de las colonias probablemente comience como formas incrustantes y adoptan una estructura ramificada en la medida que crecen.
Las ramas cilíndricas generalmente crecen en un mismo plano y son de color crema, amarillento o marrón claro con puntas pálidas.
Tienen tres tipos de pólipos con funciones especializadas: los gastrozoides procesan y digieren los alimentos capturados por los dactilozoides que se agrupan en torno a ellos.
El cenénquima, o tejido colonial, y los pólipos, contienen ciertas microalgas simbióticas llamadas zooxantelas.
[1][2] Habitan anclados a rocas y corales en arrecifes, en colonias que se extienden varios metros.
Estos producen gametos que, después de la fecundación, se desarrollan en larvas plánulas.
Las plánulas forman parte del zooplancton llevadas por las corrientes, hasta que encuentran un lugar adecuado para desarrollar nuevas colonias.
Peces halcones en particular, suelen encaramarse encima del coral de fuego, tal vez protegidos por sus aletas pectorales que no tienen piel.
Hermodice carunculata, un poliqueto, a veces pastorea en él, aunque prefiere otros corales.
Esta acción agresiva es una respuesta específica a la presencia de gorgonias, y no sucede en respuesta a la presencia cercana de otros corales vivos o muertos, otros invertebrados sésiles o agua libre.
Pueden inyectar un veneno que causa una dolorosa sensación de ardor, erupciones en la piel, ampollas y cicatrices.
Puede ser difícil de controlar porque crece rápidamente y se extiende sobre otros objetos en el tanque.