Al contacto se puede sentir un dolor intenso que puede durar de dos días a dos semanas.
Los efectos secundarios destacados pueden incluir irritación, escozor o dolor ardiente, eritema (enrojecimiento de la piel), fiebre, lesiones urticarianas (ronchas).
El Registro Mundial de Especies Marinas acepta las siguientes especies,[1] valoradas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza,[2] en cuanto a sus estados de conservación: No obstante, el género Millepora, como otros muchos del filo Cnidaria, está siendo sometido tanto a análisis filogenéticos, como a otras investigaciones que los avances tecnológicos y científicos actuales permiten.
Lo que mantiene a varias especies del género en situaciones de duda sobre su validez y/o asignación taxonómica.
Sus estructuras calcáreas son más frágiles que los esqueletos usuales de los corales duros, orden Scleractinia.
Los pólipos gonozoides, se encuentran en cámaras incrustadas en el coenosteum, y son los encargados de la reproducción.
Se reproducen asexualmente mediante gemación, y sexualmente, expulsando medusas al agua desde unas estructuras llamadas ampullae.
Las medusas contienen los órganos reproductores que lanzan al exterior los huevos y el esperma.
Los huevos fertilizados, una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días, más tarde se forma una larva plánula[12] que cae al fondo, se adhiere a él y comienza su vida sésil, secretando carbonato cálcico para conformar un esqueleto individual, posteriormente se reproducen por gemación, dando origen a la colonia, y al esqueleto colonial, denominado coenosteum o corallum.