Pruebas recientes indican que la descarga se debe a una combinación de fuerzas tensionales generadas durante la formación del nematocisto, y a la asombrosa presión osmótica que hay en el interior del mismo: 140 atmósferas.
En el extremo evertido del filamento, las púas se extienden hacia fuera como diminutas varillas con forma de espadas.
Además de metabolitos secundarios tóxicos, como terpenos, acetogeninas, alcaloides y compuestos polifenólicos.
Las citolisinas constituyen una gran familia de proteínas con alto peso molecular, son solubles en condiciones acuosas y presentan una gran capacidad para interactuar con las membranas lipídicas y formar poros por oligomerización.
Asimismo, son polipéptidos hidrofílicos con un simple fragmento altamente hidrofóbico correspondiente al amino terminal el cual probablemente está involucrado como péptido líder en la interacción con la membrana.
Las reacciones locales pueden ser lineales, multilineales o serpiginosas, con erupciones cutáneas persistentes, que pueden durar días o meses, con eritema, edema, petequias, reacciones urticariformes, vesículas y purito local con dolor intenso.
La cápsula y las paredes del tubo son conocidas por contener proteínas como colágeno unidas por lazos disulfuro, aun así la composición química de la cápsula y el tubo es muy diferente (Watson & Mariscal, 1984a).
Este enrollamiento continuas hasta que el la última parte del tubo se reacomoda en una línea recta (imagen 5 y 6) En este punto la estructura interna se vuelve más flexible y forman el extremo del nematocisto maduro Skaer, 1973).
En esta etapa el nidoblasto migra a los tentáculos donde el resto de las elongaciones y reducciones finales ocurren (figura 7).
Se mueven a través del tejido con una velocidad de 15 μm por minuto.
A medida que la célula se mueve el nematocisto para terminar en la región posterior del opérculo, en caso donde la dirección sea contraria el nematocisto es capaz de moverse para ocupar la posición correcta (Skaer, 1973).