Escribió seis novelas de contenido social e intención crítica, siendo las más exitosas Blanca Sol (1888), Las consecuencias (1890) y El conspirador (1892).
Escribió también numerosos artículos y ensayos publicados en la prensa peruana, sobre temas literarios y sociales; en especial abogó por la emancipación de la mujer, por lo que se cuenta entre las primeras feministas de su país.
Tuvo una excelente formación por parte de su padre y su tío que en los años 30 del siglo XIX habían viajado por Francia, trayendo una respetable biblioteca.
Mercedes recibió lecciones con maestros privados que le enseñaron bien el francés, motivo por el que más tarde siempre se podía enterar enseguida de las corrientes literarias más recientes en Francia, con autores modelo tales como Honoré de Balzac y Émile Zola.
Tales críticas le afectaron sobremanera, por lo que se aisló, y por si fuera poco, empezó a padecer las consecuencias de una sífilis que le fue contagiada por su propio esposo.