Un año antes, en 1655, Arteaga había contraído matrimonio con Juana de la Vega, por lo que cabe pensar que ya entonces se había independizado como pintor, aunque nada se sabe de su producción en estos años.
Viudo hacia 1680, contrajo inmediatamente nuevas nupcias con Juana Isidora y Valdovinos.
Maestro también en el arte del grabado, la primera de sus obras conocida en esta técnica es el retrato en un óvalo del sacerdote Fernando de la Torre Farfán, con el que mantendría estrecha relación, publicado en su Templo panegírico al certamen poético que celebró la Hermandad insigne del Smo.
Sacramento estrenando la grande fabrica del Sagrario Nuevo de la Metrópoli sevillana, libro editado en Sevilla en 1663.
También se le conocen algunas estampas sueltas, como una dedicada al retablo del Cristo de la Expiración, titulada Verdadero retrato.