La relación que lo une con Perete aún se verá reforzada un año después, en 1640, al contraer segundas nupcias con Sebastiana de Rojas, viuda de Perete, con la que tuvo cuatro hijas.En su testamento, dado en 1680, declaraba que el rey Felipe IV le había hecho «su tallador de Láminas» en 1654, con una renta de cien ducados cada año, que llevaba sin cobrar desde 1659 poco más o menos.[5] Como grabador su primera obra conocida son trece láminas con estudios anatómicos realizadas entre 1637 y 1638 con destino a lo que podría haber sido una cartilla para enseñar los principios del diseño, de la que solo se conservan dos ejemplares con estampas sueltas, uno en el Museo del Prado y otro en la Real Academia Española con evidentes señales de uso.[8] O el retrato de Felipe IV inspirado en el último que le hiciera Velázquez, anteportada del libro del padre Francisco de los Santos, Descripción breve del Monasterio de S. Lorenzo el Real del Escorial..., impreso en Madrid en la Imprenta Real, 1657, año que también lleva el grabado varias veces reimpreso.[9] El libro se enriquece, además, en páginas interiores, con diversos grabados de Villafranca dedicados a la obra escurialense en los que se presta especial atención al panteón, del que se ofrecen junto a los diseños de la planta y alzado algunos detalles decorativos.
Anteportada de la obra del padre
Francisco de los Santos
,
Descripción breve del Monasterio de S. Lorenzo el Real del Escorial...
, impresa en Madrid en la Imprenta Real, 1657.