El mismo Pezuela informaría al virrey del Perú en una comunicación interceptada por los patriotas que «Los gauchos nos hacen casi con impunidad una guerra lenta pero fatigosa y perjudicial.
Para sus comunicaciones con el coronel patriota Luis Burela utilizaba un hueco practicado en un árbol a orillas del río Arias, donde sus criadas que acudían al río con la excusa del lavado de la ropa o para conducir el agua para el servicio doméstico, depositaban los mensajes y retiraban instrucciones.
En 1817 el general La Serna había planeado una entrada al Valle Calchaquí y para distraer a los salteños de la salida organizó un baile, al que concurrió María Loreto.
Al enterarse por un oficial de la expedición, dejó el salón y aún de noche montó un caballo y partió a dar aviso a los patriotas que pudieron así organizar la defensa.
Mientras ya Pezuela había intentado en su momento la ejecución de Juana Moro,[2] María Loreto Sánchez Peón fue presa en el Cabildo.