Martina Silva de Gurruchaga

[1]​ Adhirió a la causa independentista junto a su marido, y tuvo una activa participación en la vida política y militar de la provincia de Salta.

En 1812, cuando los realistas ocuparon Salta, Martina Silva de Gurruchaga, junto a otras valientes mujeres como Gertrudis Medeiros, Celedonia Pacheco de Melo, Magdalena Güemes, Juana Torino, María Petrona Arias, Juana Moro y Andrea Zenarrusa, organizaron una poderosa red de espionaje que puso en jaque al ejército realista.

Eran las llamadas “bomberas”, valientes mujeres que llevaban información y datos secretos a las fuerzas patriotas corriendo grandes peligros en tan audaces lances.

Cuenta Adolfo Carranza[3]​, que el general Belgrano al recibirla exclamó conmovido :“...Señora, si en todos los corazones americanos existe la misma decisión que en el vuestro, el triunfo de la causa porque luchamos sera fácil...".

[2]​El mismo Belgrano la nombró como Capitana del Ejército en agradecimiento, a pesar de que las mujeres tenían prohibida la incorporación en el ejército, y haciéndole incluso un obsequio en recuerdo.