Aunque parece ser que no concluyó la carrera, al regresar a su tierra natal De Llano se incorporó como médico al primer batallón de la Milicia Cívica y durante muchos años ejerció la medicina, tanto en la cátedra como en la clínica.
Manuel María de Llano fue un gobernador que se anticipó a las Leyes de Reforma en el estado de Nuevo León: no obstante ser un ferviente católico, reglamentó el derecho de cobros eclesiásticos en los servicios religiosos; prohibió la inhumación en los templos y estableció que los edictos, cartas pastorales y órdenes religiosas pasaran primeramente por la censura del gobierno y fundó dos escuelas.
Además, se desconocieron los decretos que como gobernador había dictado afectando las prerrogativas del clero.
Sin embargo, tan solo nueve días después el general Pedro Ampudia tomó la plaza de Monterrey, reinstaló la Junta Departamental y obligó a De Llano a renunciar.
Además de su trayectoria en la administración pública y en la medicina, fundó "El Antagonista" —primer periódico que dio expresión a los grupos opositores de Nuevo León—; asimismo, escribió diversos folletos polémicos, entre los que destacan: Contestaciones habidas entre el alcalde... y el cabildo eclesiástico... y Alcance a las contestaciones...