Juan Nepomuceno de la Garza y Evia

Impartió la cátedra de jurisprudencia ininterrumpidamente, tanto en el Seminario como en el Colegio Civil, hasta su muerte.

Asumió el cargo de gobernador constitucional en 1835, cuando México se hallaba en plena crisis por la rebelión texana.

Patriota ferviente, De la Garza y Evia hizo cuanto estuvo a su alcance para encender el ánimo nacionalista de los neoleoneses y organizarlos para enfrentar la invasión norteamericana.

No obstante sus esfuerzos —tal y como sucedió en el resto del país—, las luchas internas y otros desórdenes contribuyeron a la derrota de las tropas mexicanas en la Batalla de Palo Alto.

Además, en diversas ocasiones representó a Nuevo león en los congresos federal y local y fue presidente del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León.