Su paso por el Seminario Conciliar marcó su vocación académica, pues las humanidades ocupaban allí un renglón preferente en el pénsum.
En esta época de su vida empieza Arboleda a mostrar interés por la política y un particular liderazgo para promover las ideas que le resultaban afines.
En 1928 fue elegido miembro principal del Comité Nacional Ejecutivo de Estudiantes junto con Carlos Lleras Restrepo, Miguel López Pumarejo, Jorge Soto Del Corral, Diego Luis Córdoba, José Francisco Socarrás y Guillermo Nanetti,[3] con quienes participó en el III Congreso Nacional de Estudiantes, celebrado en Ibagué en agosto de ese mismo año e instalado por Gilberto Alzate Avendaño.
[4] Matoño Arboleda inició su trayectoria en el sector público muy poco después de culminar sus estudios universitarios, cuando el gobernador del Cauca, Carlos M. Simmonds, le pidió regresar a Popayán para desempeñarse como su Secretario Privado.
La aguda expresión literaria que caracterizó a Arboleda se vio truncada prematuramente por su fugaz existencia.
Otro poema suyo, "Fatalidad", fue publicado de manera póstuma en la antología poética y biográfica La poesía en Popayán.
[14] Su actividad se vio enriquecida por el círculo de amigos del que formaba parte, que incluía a poetas, intelectuales y artistas como el anteriormente mencionado León de Greiff, Carolina Cárdenas, Luis Eduardo Nieto Caballero, Jaime Paredes Pardo, Jorge Castaño Castillo y Ricardo Rendón, entre otros.
[14] Durante sus exequias llevó la palabra el Ministro de Educación, Darío Echandía, en nombre del gobierno nacional.