El actual queso tipo manchego tiene una historia relativamente reciente, y poca relación guarda ya con el queso manchego que se vendía hace unas décadas en México,[4] fruto de una falta de regulación y estandarización generalizada.
Sin embargo, su versatilidad lo ha hecho en breve tiempo un queso muy popular en todos los hogares mexicanos, especialmente en el centro del país.
Una alternativa a esto es el queso menonita o Chihuahua, que se produce en el norte del país, generalmente en fincas más pequeñas.
El queso tipo manchego pasa por varios procesos antes de su venta: pasteurización, cuajado, moldeo, prensado, envasado y maduración.
[11] La única condición es no usar banderas o símbolos que puedan dar lugar a confusión.