Francia obtuvo la denominación de origen en 1925, mientras que en 1979 fue reconocido por la AOC y en 1996 por la AOP.
Con el mismo producto se elaboran diversas salsas y aderezos a distintos platos de cocina.
Entre sus usos más destacados se encuentra la salsa roquefort, muy apreciada para múltiples carnes, la cual se compone de roquefort disuelto en nata al cocinarse en caliente con la misma, además de poder añadírsele otras especias.
Su sabor y textura se suaviza al ser mezclado con queso crema o manteca.
Es excelente en salsas de queso azul para ensaladas, rellenos para tartaletas y canapés, salsas para carne, etc. Es importante saber que los quesos azules o roquefort puedan ser consumidos por personas sanas sin problemas.
A nivel nacional, en Francia, el roquefort es reconocido como appellation d'origine contrôlée (AOC) desde 1925, complementada por un decreto de 1979.