Malón
Tal diccionario tiene una segunda acepción del término: una felonía inesperada y dañina.La eficacia del malón se debía al desconcierto que generaba un ataque sorpresivo sin orden formal, generalmente por la noche mientras dormían los habitantes y soldados, y solo estaban alerta los vigías nocturnos apostados en los mangrullos.Así, Esteban Echeverría, en su poema La cautiva narró el rapto y las penurias que sufre la cristiana cautiva para poder escapar de la vida miserable en la que se encuentra junto a su marido y poder regresar con su hijo.En la segunda parte del libro, "El festín" se lee: Los cautivos fruto del malón, eran destinados por los indios a trabajos forzados dentro de las tolderías mientras duraba el cautiverio, hasta que podían negociar la libertad de los mismos o intercambiarlos por indios tomados como rehenes por los cristianos.Este rapto lo llevaba a cabo aquel que no podía pagar el precio o dote de la novia y también porque tener una esposa blanca daba estatus social.