Malón

Hacia 1823 comenzaron a asentarse en las Salinas Grandes, Guaminí y en la sierra de la Ventana.

Posteriormente el coronel José María Benavente organizó una expedición de caballería que consiguió rescatar a numerosas cautivas.

Autores como Esteban Echeverría, José Hernández o Jorge Luis Borges han abordado en sus obras la importancia del malón en la configuración social de la época.

Así, Esteban Echeverría, en su poema La cautiva narró el rapto y las penurias que sufre la cristiana cautiva para poder escapar de la vida miserable en la que se encuentra junto a su marido y poder regresar con su hijo.

En la segunda parte del libro, "El festín" se lee: Los cautivos fruto del malón, eran destinados por los indios a trabajos forzados dentro de las tolderías mientras duraba el cautiverio, hasta que podían negociar la libertad de los mismos o intercambiarlos por indios tomados como rehenes por los cristianos.

Este rapto lo llevaba a cabo aquel que no podía pagar el precio o dote de la novia y también porque tener una esposa blanca daba estatus social.

El malón (1845), por Mauricio Rugendas .
Mangrullo de fortín utilizado para ver la llegada de malones (expuesto en Cipolletti ).
Mujeres chilenas cautivas entre los pehuenches, dibujo de Mauricio Rugendas .
Imagen de una mujer raptada después de un malón lamentándose de su suerte.
La cautiva (1880), de Juan Manuel Blanes , óleo sobre tela.
"Es guerra cruel la del indio/ porque viene como fiera;/ atropella dondequiera/ y de asolar no se cansa./ De su pingo y de su lanza/ toda salvación espera."
El Gaucho Martín Fierro , lámina. Se pueden apreciar las armas utilizadas y la ferocidad del enfrentamiento.