[3] La pieza, realizada en mármol, representa a una mujer desnuda, encadenada y aprisionada con grilletes, pero que tiene el rostro levantado hacia el frente, en un gesto de anhelo.
[4] Según el MUNAL, esta pieza: "Revela la universalidad del sentimiento humano hacia el desasosiego que produce la libertad coartada."
[4] Para lograr este efecto, Contreras eligió una textura lisa y pulida para modelar la figura femenina, y una zona irregular en la parte inferior o base que contrasta con el cuerpo.
El Gran Jurado le otorgó diversos reconocimientos, como una mención honorífica por sus proyectos no edificados, así como un diploma por la intervención que realizó en la Sección retrospectiva.
[8][3] Más tarde, el propio Porfirio Díaz le otorgaría una pensión por la amputación de su brazo.
[3] El poeta nayarita Amado Nervo, quien también viajó a París para cubrir la Exposición Universidal por parte del periódico El Imparcial, se sintió tan conmovido por el reconocimiento de su compatriota y por la amputación del brazo de Contreras, que escribió un panegírico en el que señalaba que Contreras había esculpido la figura en mármol con una sola mano, aunque esta historia fuera falsa.