En ambas pinturas se retrata de cuerpo entero a una misma hermosa mujer recostada plácidamente en un lecho y mirando directamente al observador.
Lo más probable es que la modelo directamente retratada haya sido la entonces amante y luego esposa del propio Godoy, Pepita Tudó.
Mira directamente al espectador y se aprecia que no es recatada.
Se acentúa con los brazos bajo la nuca y marcando con el vello púbico el centro del cuadro.
Debido a la amistad, probablemente íntima, que Goya mantuvo con la decimotercera duquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, de la cual hizo varios retratos en los que el tratamiento pictórico revela gran cariño, y debido a muchas similitudes entre la duquesa y la mujer representada en Las majas (La maja vestida y, en especial, La maja desnuda), se consideró que ella era la retratada.
En cualquier caso, las fechas y el hecho de que las obras en cuestión hayan estado inicialmente en una colección prácticamente secreta de Godoy han llevado a considerar como mucho más probable que la modelo directamente retratada fuera Pepita Tudó, la entonces amante y más tarde esposa de Godoy.
En todo caso, dadas ciertas similitudes físicas entre ambas damas, es probable que Goya, al retratar a Pepita Tudó, evocara a La Cayetana, como era llamada popularmente la duquesa de Alba, y así la inmortalizara.
[8] En 1958, La maja desnuda dio título a una película homónima sobre Goya, con tintes románticos, protagonizada por Tony Franciosa y Ava Gardner.