Madroñera

Predomina el paisaje adehesado, combinando con olivares y tierras de labor.

El término municipal de Madroñera limita con:[1]​ En la avifauna destacan perdices, tórtolas y patos.

En cuanto a mamíferos; liebres, conejos, jabalíes y zorros son comunes en su término municipal.

Madroñera se fundó probablemente a finales de la Edad Media como pueblo perteneciente a la tierra de Trujillo, tras reconquistarse Trujillo e iniciarse el proceso repoblador en sus alrededores.

Según cuenta una leyenda local, la repoblación del lugar la hicieron unos colmeneros de Serradilla.

Esta leyenda podría tener cierta base real por las similitudes en la lingüística de ambas localidades, pues el dialecto tradicional de Madroñera es similar al dialecto extremeño que se habla en Serradilla.

lo cual nos hace pensar que estemos ante una tradición centenaria, dicha tradición a pesar del paso del tiempo y de los avatares de la historia aún se conserva.

Antiguamente, los quintos se celebraban allá por el mes de febrero, no tenían una fecha fija.

El domingo, día familiar por excelencia, el kinto era acompañado por sus familiares, luciendo sus ropas recién estrenadas, al honroso momento de la talla “… donde nos midieron, donde nos tallaron, donde nos hicieron de quintos soldados…”.

Una vez tallado el quinto la celebración tiene lugar en la iglesia, dando paso a la misa de los kintos.

Otro momento destacable, y perdido en la primera mitad del siglo XX, era el de correr los gallos.

Cuentan que allá por 1908-1910 un tal Juan Bartolo puso por primera vez la bandera, quizás por un alarde, no está muy claro, pero a partir de ahí ninguna quinta quiso ser menos y aquel hecho puntual pasó a convertirse en base de la tradición.

Hecho que aunque en principio parece peligroso, no se conoce ningún percance reseñable.

El martes terminaba con el baile de quintos, en algunas ocasiones, a los quintos les le había tocado servir en Melilla, para terminar con la despedida, que se celebraba el día antes de incorporarse a las filas, todo esto al año siguiente de haberse quinteado.

y fueron unas feligresas de la iglesia las que se lo propusieron al párroco, el cual aceptó.

Ellas empiezan a vestirse al cumplir 15 años y seguirán haciéndolo hasta que se casen o decidan dejarlo.

Las niñeras visten el traje típico y llevan a las casas la Buena Nueva de que el Niño ha nacido, recogiendo regalos y ofrendas, como en su día hicieron los pastores.

Días antes de Nochebuena se convoca una reunión para todas aquellas niñas que deseen participar en esta tradición.

El día de Noche Buena comienza muy temprano para todas estas chicas, pues tienen que vestirse, peinarse y ponerse todos los abalorios para llegar puntual a su cita.

La reunión de "Las Comadres" tiene lugar el jueves anterior a carnaval, debido a que estas fiestas cobran más importancia cada año, motivo por el que se incluye esta tradición en la festividad.

Los carvales en Madroñera cuentan con carrozas, comparsas, grupos e individuales con trajes, canciones y montajes muy elaborados.

En otro tiempo organizó concursos destacables la discoteca K´aribia, los cuales contribuyeron también, durante muchos años, a animar y fomentar el espíritu del Carnaval en la villa.

En el desfile de comparsas participaron 17 grupos; y a todo esto se añaden disfraces individuales, en pareja y en grupo, lo que supone unas 1000 personas en total disfrutando del Carnaval del Madroñera.

Para bajar los excesos posteriormente dan lugar a un baile y algún que otro concierto.

Esa noche, ya comienzan los cánticos a la vez que se “trajina”.

Es un momento peligroso, porque el porcino, adivinando su suerte, se rebela, corre, y arremete contra todo aquel que intenta sujetarlo; por fin, el más valiente, entre gruñidos, carreras, caídas y empujones consigue agarrarle por las orejas, mientras los demás lo hacen por las patas, y entre todos lo suben al banco, donde lo degollarán con un cuchillo en la garganta.

Estela de Madroñera
Fachada con anuncio de Nitrato de Chile en la plaza Calvo Sotelo.