Economías como la chilena, principalmente basada en la explotación de este mineral, se vieron fuertemente afectadas.Existió un monopolio del salitre; es decir, en diferentes etapas Bolivia, Chile y Perú llegaron a ser los únicos productores.En 1971, la ya decadente industria del salitre se nacionalizó y asumió su explotación la Sociedad Química y Minera de Chile (Soquimich), que sería posteriormente privatizada; actualmente es prácticamente la única empresa dedicada a ello, y lo hace principalmente a través del sistema de evaporación solar, creado a fines de la década del cuarenta por el ingeniero estadounidense Edgar Stanley Freed,[3] quien llegó a ser considerado «como el hombre que en el mundo tenía el más completo conocimiento sobre las características físicas y químicas del caliche».Pese a lo anterior, los procesos de producción dejaron un inestimable patrimonio histórico y cultural.Tuvo sus orígenes en problemas comerciales en torno a la explotación de este recurso.