Cuando ella tenía tres años su familia se trasladaría a Crookhey Hall, un castillo neogótico rodeado de inmensos jardines y bosques que Carrington inmortalizó en obras como Green Tea.
Allí se impregnó, durante ocho meses, del arte de los museos florentinos.
Sin embargo, su obra más característica de este periodo queda reflejada en su serie de acuarelas Sisters of the Moon donde representó diferentes mujeres alineadas con la luna, la noche y el misterio.
Durante su estancia en esa ciudad entró en contacto con el movimiento surrealista y convivió con personajes notables del movimiento como Joan Miró y André Breton, así como con otros pintores que se reunían alrededor de la mesa del Café Les Deux Magots, como Pablo Picasso y Salvador Dalí.
Sobre su estancia en la academia Ozenfant dijo lo siguiente: En 1938 escribió una obra de cuentos titulada La casa del miedo y participó junto con Max Ernst en la Exposición Internacional de Surrealismo en París y Ámsterdam.
[7] La vida tranquila y feliz de la pareja en este lugar duró solo un año.
Tras su detención e internamiento en el campo de Les Milles, Carrington sufrió una desestabilización psíquica.
Ese mismo año contrajeron matrimonio y Carrington viajó a Nueva York.
En 1944, y en casa de José y Katy Horna, conoció al que sería su segundo esposo, el fotógrafo húngaro Emérico Weisz, "Chiki", mano derecha de Robert Capa durante años.
[13] En México, la pintora restableció lazos con varios de sus colegas y amigos surrealistas en el exilio, quienes también se encontraron en ese país, tales como André Breton, Benjamin Péret, Alice Rahon, Wolfgang Paalen, Bridget Bate Tichenor y la pintora Remedios Varo, con quien mantuvo una amistad duradera.
Su declaración al respecto fue: "Nunca me ha gustado desnudarme como si fuera estrella de Playboy, y mucho menos a los 86 años!".