Pocos años después perdió a su padre, Abraham Armin Weisz, en la Primera Guerra Mundial.
Con Ernö Andrei Friedman, dos años menor y también judío, quien sería el más famoso fotógrafo de guerra del siglo XX con el seudónimo de Robert Capa, decidió abandonar Hungría, envuelta en odios antisemitas.
[4] Tras varios meses en el campo de concentración, logró escapar para ocultarse en Marsella.
Ahí se relacionó con refugiados pertenecientes al movimiento surrealista, como el poeta Benjamín Peret y la pintora Remedios Varo con los que realizaría la travesía a México.
[2] Con el apoyo de una organización judía pudo comenzar a trabajar para la firma de Senya Fleshin y Mollie Steimer, judíos rusos hermanados bajo el acrónimo Semo, fotografiando a los artistas del cine mexicano, los muralistas, escritores y políticos.
Al grupo de refugiados, que se reunía en la Colonia Roma junto con los surrealistas, se unieron republicanos españoles como Gerardo Lizarraga, pintores como Gunther Gerzso, fotógrafos como Maurice Ochshorn, y la misma Kati Horna, a quien Chiki conocía desde Hungría.
Trabajó en la revista ¡Hola!, en el Núcleo Radio Mil, en la XEW, la compañía Herdez y con Emilio Azcárraga Vidaurreta.