Leonor Enríquez

[2]​ Fue bisnieta del rey Alfonso XI de Castilla.

[31]​El conde Pedro Enríquez cedió en 1394 al esposo de su hija Leonor, que era uno de sus principales partidarios en la ciudad de Orense, los cotos de Nogales y Moreiro, que habían pertenecido a la Orden del Temple hasta principios del siglo XIV y habían sido donados al conde Pedro por su tío, el rey Enrique II de Castilla.

[35]​ El conde Pedro Enríquez, padre de Leonor, falleció el 2 de mayo de 1400 en Orense,[36]​ y en el testamento que otorgó el día 29 de abril del mismo año en dicha ciudad,[37]​ que no ha llegado hasta nuestros días[38]​ y del que sólo se conocen los fragmentos mencionados por fray Malaquías de la Vega,[39]​ mencionó a su hija Leonor Enríquez y le legó 30.000 maravedís.

[40]​[25]​[c]​ Sin embargo, en la carta por la que García Díaz de Cadórniga, a quien se refieren como «escudero», condedió a su esposa Leonor permiso para que esta última pudiera vender a su hermano o hermanastro Fadrique todos esos bienes, y que fue otorgada el 26 de octubre de 1414 en el municipio lucense de la Puebla del Brollón, se especificó que le pertenecían a ella «por herencia de sus hijos», Suero Yáñez y María, que habían nacido de su primer matrimonio con Juan de Novoa, y que eran un conjunto de señoríos, rentas y bienes muebles y raíces.

[47]​ En 1424 Leonor Enríquez cedió a su hermano o hermanastro, el duque Fadrique Enríquez, todas las posesiones que su padre le había legado y que según señaló Alfonso Franco Silva consistían en los siguientes bienes:[2]​ Se desconoce su fecha exacta de defunción, pero Leonor Enríquez debió fallecer después de 1424.

[51]​ Sin embargo, otros autores aseguran que la identificación de Chamoso Lamas es errónea y que esos sepulcros no corresponden ni a Leonor Enríquez ni a su segundo esposo,[52]​ y otros afirman que aunque era frecuente durante la Edad Media colocar epitafios en los sepulcros que permitieran identificar a los allí sepultados, en los atribuidos a Leonor y a su segundo esposo no hay ninguno que permita saberlo con seguridad, y por ello los historiadores no coinciden en sus opiniones.

[49]​[53]​ Y a los pies de su estatua y de la de su esposo aparece un perro,[51]​ aunque otros autores aseguran que en el sepulcro no hay ni animales ni otros objetos como libros, rosarios o joyas, ya que se intentó seguir al esculpirlos los dictados del Concilio de Trento en cuanto a austeridad y sencillez.

Vista general del castillo de Monforte de Lemos .
Sepulcro atribuido al conde Pedro Enríquez de Castilla , padre de Leonor Enríquez. ( Iglesia de San Pedro de Lugo ).