[2] Fundaron algunas escuelas para niñas lo que favoreció el surgimiento de nuevas vocaciones.[3] Eran trabajadoras de reducido salario,[4] sin horario y ofrecían su servicio las 24 horas del día todos los días del año de una manera eficiente[5].Además, aportaban a la entidad el carácter religioso, esencial en la sociedad católica de aquel tiempo.Con ello se delimitó las funciones de las religiosas, los médicos y los demás trabajadores.En muchas ocasiones, tras su jubilación permanecían en la institución que cubría el enterramiento y los gastos funerarios.
Panteón de las Hijas de la Caridad de Fraisoro en el cementerio de Amasa