El Lacus Ligustinus es la denominación de una antigua ensenada marítima, formada por las aguas del Guadalquivir en el último tramo de su recorrido al desembocar en el océano Atlántico, que se habría colmatado dando lugar a las actuales marismas del Guadalquivir.
Los investigadores modernamente a ese espacio prefieren llamarle Golfo Tartéssico [1]nombre más en consonancia con la realidad geográfica que describe la Ora Marítima reservando el de Lacus Licustinus para la plana o vega que rodea a la ciudad de Sevilla.
Hay autores, como Gavala y Pemán, que lo identifican con la bahía formada por el estuario del Guadalete.
[4] Alrededor del lacus encontramos: Cerro del Trigo, Turris Caepionis, Lux Dubia, Aipora/Ebora, Conobaria, Hasta o Asta Regia, Nabrissa, Gelduba, Burdoga, Saudo, Cappa, Carissa, Ugia, Siaro, Salpensa, Callet, Burdoga, Calduba, Iptuci, Lucurgentum, Basilippo, Irippo, Orippo, Spal, en la orilla occidental Caura, Osset, Tema, Italica, Maenuba, Olontigi, Caelia, y ya a mayor distancia Ilipla y Onuba.
En la época, pues, cuando Avieno visitó la Bética en el siglo IV d. C. se habría producido ya un mayor proceso de colmatación.