La marcha de progreso es una imagen muy popular sobra la hominización pero científicamente errónea porque corresponde a una visión escalista antropocéntrica de la evolución humana (donde los primates se ven como "formas inferiores") que dificulta el desarrollo del conocimiento relativo a la visión filogenética de los seres vivos.
[4] Los 15 antepasados evolutivos humanos están alineados como si estuvieran marchando en un desfile de izquierda a derecha.
Eso implica que los primeros cuatro primates no deben considerarse ancestros humanos reales.
Asimismo, se dice que la séptima figura (Paranthropus) es "un callejón sin salida evolutivo".
Ha sido criticado como "involuntaria y erróneamente" implicando que "la evolución es progresiva".
[7]En cuanto a la forma en que se ha interpretado la ilustración, Howell comentó: El artista no tenía la intención de reducir la evolución del hombre a una secuencia lineal, pero los espectadores lo leyeron de esa manera...
El defensor del diseño inteligente Jonathan Wells escribió en Icons of Evolution: Science or Myth?
(2002), "Aunque se usa ampliamente para mostrar que somos solo animales, y que nuestra propia existencia es un mero accidente, el ícono final va mucho más allá de la evidencia".
A menudo, la Marcha del progreso se retrata irónicamente como una regresión, donde el progreso comienza desde el principio y la degradación comienza desde el presente.La representación masculina de la ilustración también ha sido percibida como una forma de androcentrismo[13] en las ciencias sociales (antropología, religión, prehistoria ...) y en el pensamiento científico en general[15] sesgado e inconsciente "de ver y analizar, destacando principalmente -o incluso exclusivamente- los roles de los hombres, sus experiencias, sus funciones, las relaciones que tienen entre ellos, etc.";[16] una ideología integrada según la cual habría evolucionado el hombre musculoso y valiente que protege a la mujer frágil.