Berlanga se inspiró en las cacerías de Franco para realizar la película.
Jaume Canivell (José Sazatornil), un fabricante catalán de porteros electrónicos para edificios, viaja a Madrid con su secretaria (Mónica Randall), que en realidad es su amante, para asistir a una cacería pagada por él mismo en la finca "Los Tejadillos", propiedad de los señores Marqueses de Leguineche, aunque oficialmente es el marqués quien paga la cacería a sus amigos.
Una vez en la cacería, entabla amistad con Álvaro (Antonio Ferrandis), Ministro de Industria del gabinete, presente en el cazadero.
Pero desde que llega a la finca todo son sobresaltos y apariciones de personajes absurdos.
Entre otros disparates, el propio Canivell debe hacerse pasar por un productor de cine, ayudar a misa en la capilla de la finca, "aceptar" que la cacería la paga el marqués, o devolver "generosamente" un premio de bingo celebrado en la finca.