Se inició en el mundo de la interpretación debutando en el teatro con tan solo quince años, y en 1931 protagonizó por primera vez una obra: Los cuernos de Don Friolera.
En ese momento se incorporó a la compañía La Barraca, de Federico García Lorca.
Fue en ese momento cuando comenzó a interpretar sus primeros papeles en el cine, también en Argentina, donde actuó en Inspiración (1946), El gran amor de Bécquer (1946), La copla de la Dolores (1947) y La barca sin pescador (1950).
En 1940 fundó junto a la actriz y directora Helena Cortesina la compañía Cortesina-Mejuto, que debutó en el Smart Palace con dos obrasː La Mano del Mono de W. W. Jacobs y Luis N. Parker y El secreto del castillo de Charles Méré.
En cuanto al cine estrictamente español, compagina comedias como Sor Citroen (1967), o La escopeta nacional (1978), de Luis García Berlanga, con otros títulos que le permiten desplegar su talento dramático.